Historia

Persecución del Nacional Socialismo
PERGUNTA
Nome:
Ulpiano
Enviada em:
25/02/2006
Local:
Logroño - España

¿No les parece que tanta condena al Nacional Socialismo tiene algo de vergonzosamente falso? Desde hace años muchas figuras procedentes dde la época del Tercer Reich reivindican la falsedad de persecuciones a católicos, que el poder universal capitalista dirigido por" los de siempre" se empeñan en querer involucrar a veces sin distinciones: no se habla de distinción de alemanes o nazis.
La Iglesia no fue perseguida por los nacionalsocialistas. Son los comunistas y los masones (siempre auspiciados por los de siempre) los verdaderos perseguidosres y criminales de los católicos en cualquier parte donde pudieran (guerra civel de España, la URSS, China comunista, etc. etc.).
Bueno pues mi pregunta es : qué actitud guardar acerca del poder judeomasonico? Durante siglos la Iglesia católica y romana rezaba por la conversión del pérfido pueblo judío.

Otrosí. En materia de doctrina quisiera tener conocimiento de alguna obra literaria o tratado actualizado que desarrolle más claramente el tema de la Redención.-

Muchas gracias.
RESPOSTA

Muy estimado  Ulpiano,
Salve Maria.
 
    El Nazismo ha sido um movimiento herético y criminal que perseguió, si, también a muchos católicos. Hubo numerosissimos sacerdotes que fueram encarcelados en los campos de concentración nazis.
    Y lo que hizo Hitler contra los judios comunes ha sido un crimen.
    Le recomendo que lea lo que dice Hannah Arendt en el libro Eichman en Jerusalén, adonde prueba que Hitler tenia ligaciones muy estrechas con los sionistas.
    Desgraciadamente, muchas veces, los católicos o se dejan seducir por la marxista Teologia de la Liberación, o, por exegeración contraria y assurda caen en el extremo opuesto, defendiendo el nazismo, o el fascismo, que era nacionalistas y socialistas.
    Y no se olvide que el nacionalismo es liberal y contra España. Pregunte sobre esto a los separatistas que son todos radicalamnete nacionalistas.
    Los de la ETA son pureba de lo que le digo 

In Corde Jesu, semper,
Orlando Fedeli