Religión-Filosofía-Historia

Ordenar Por:
  • Monseñor Lefevbre y la sede Romana - R. P. Juan Carlos Ceriani, FSSPX
    

    Hoy en día se ha extendido en algunos círculos católicos preocupados por el colapso posconciliar la opinión de que, a causa de los errores de los últimos papas, desde Juan XXIII al actual, la Sede Romana estaría vacante por herejía de sus ocupantes, o bien que la elección de éstos habría sido inválida. Esta opinión reconoce infinidad de matices que no es posible distinguir aquí, pero de un modo general se la conoce como sedevacantismo.

  • Maurice Zundel: um hereje escandaloso y descarado - Orlando Fedeli
    Imagínese que una persona oyese a alguien decir que cree que Cristo está tan presente en la sopa como en la hostia consagrada en la Misa.
    Cualquier católico consideraría que tal persona, o no cree en la presencia real de Jesús en la hostia consagrada, o que es un gnóstico pancrístico, tipo Teilhard de Chardin.
    De cualquier modo, quien dijese tal frase escandalosa, sería considerado hereje.
    ¿Por qué razón se debería sacar otra conclusión, si fuera un sacerdote el que dijese tal frase escandalosa y maliciosa?
    ¿Por qué se dejaría de lado la lógica, si quien afirmó tal frase, que huele fuertemente a herejía, fue un sacerdote amigo del Papa Pablo VI ?
    Pues Maurice Zundel fue amigo de Monseñor Giovanni Batista Montini - el futuro Pablo VI – desde 1923. Fue él quien escribió la siguiente frase increíble en la pluma de un sacerdote:
    " Coloco tanta devoción al tomar la sopa, como al celebrar la Misa, porque estamos siempre en la mesa del Señor, y es de su mano que recibimos el alimento, símbolo de su amor".
    Neste articulo presentamos un quadro de la doctrina heretica de Zundel acerca de le Eucaristia, y como su doctrina influenció largamente a muchos teólogos y movimientos en la Iglesia.

    Ya no se tiene el menor cuidado con la hostia consagrada. No se cumplen las rubricas mínimas de respeto que la Iglesia exige para con ella. Esto se puede fácilmente verificar, hoy, con relación a la presencia real de Cristo en la hostia: la mera eliminación de los gestos que manifiestan la Fe en la presencia real de Cristo en la hostia -- las genuflexiones delante del Santísimo Sacramento, o delante del tabernáculo, por ejemplo -- poco a poco, lleva a los fieles a olvidarse de la presencia real de Cristo en la hostia, y, después, queda más fácil negar el dogma.