Defesa da Fé

Nulidade das Ordenações Anglicanas
PERGUNTA
Nome:
Helenilson Pereira da Silva
Enviada em:
28/03/2006
Local:
Recife - PE, Brasil
Religião:
Anglicana
Escolaridade:
Superior incompleto
Profissão:
Professor

Gostaria de conhecer algo sobre a bula papal que não reconhece a ordenação anglicana para saber o critério que a Igreja Católica entende não está de acordo uma vez que se a Igreja Anglicana fosse a mesma Igreja não mudaria de nome mas seria como era desde Santo Agostinho Arcebispo de Cantuária até o século XVI quando o rei inglês tirou a Igreja inglesa do domínio do Papa. O Sr. poderia apresentar os trechos mais interessantes para esse exclarecimento? Desde já muito obrigado.
RESPOSTA

Muito prezado  Helenilson,
Salve Maria.
 
     Depois de aprofundados estudos, a Santa Sé, pela decisão do papa Leão XIII decretou a nulidade das ordenaçãoes anglicanas. Isso foi feito pela Carta Apostolicam Curae de 18 de Setembro de 1896. Não tenho esse documento em sua íntegra, mas lhe passo a parte principal copiada do Denzinger no 1963.

In Corde Jesu, semper,
Orlando Fedeli



De las ordenaciones  anglicanas
[De la Carta Apostolicae curae, de 13 de septiembre de 1896]
 
     En el rito de realizar y administrar cualquier sacramento, con razón se distingue entre la parte ceremonial y la parte esencial, que suele llamarse materia y forma. Y todos saben que los sacramentos de la Nueva Lay, como signos que son sensibles y que producen la gracia invisible, deben lo mismo significar la gracia que producen, que producir Ia que significan [v. 695 y 849]. Esta significación, si bien debe darse en todo el rito esencial, es decir, en Ia materia y Ia forma, pertenece, sin embargo, principalmente a Ia forma, como quiera que Ia materia es por si misma parte ne determinada, que es determinada por aquélla. Y esto aparece más manifiesto en el sacramento dei orden, cuya materia de conferirlo, en cuanto aquí hay que consideraria, es Ia imposición de Ias manos, Ia que ciertamente por si misma nada determinado significa y Io mismo se usa para ciertos ordenes que para Ia confirmación.
     Ahora bien, Ias palabras que hasta época reciente han sido corrientemente tenidas por los anglicanos como forma propia de lá ordenación presbiteral, a saber: Recibe el Espíritu Santo, en manera alguna significan definidamente el orden del sacerdocio o su gracia o potestad, que principalmente es Ia potestad de consagrar y ofrecer el verdadero cuerpo y sangre del Señor en aquel sacrificio, que no es mera conmemoración del sacrificio cumplido en Ia cruz [v. 950]. Semejante forma se aumento después con Ias palabras : para el oficio y obra del presbítero; pero esto más bien convence que los anglicanos mismos vieron que aquélla primera forma era defectuosa e impropia. Mas esa misma añadidura, si acaso hubiera podido dar a Ia forma su legítima significación, fue introducida demasiado tarde, pasado ya un siglo después de aceptarse el Ordinal Eduardiano, cuando, consiguientemente, extinguida Ia jerarquía, no había ya potestad alguna de ordenar.
     Lo mismo hay que decir de Ia ordenación episcopal. Porque a Ia fórmula: Recibe el Espíritu Santo, no solo se añadieron más tarde Ias palabras : para el oficio y obra del obispo, sino que de ellas hay que juzgar, como en seguida diremos, de modo distinto que en el rito católico. Ni vale para nada invocar Ia oración de Ia prefación Omnipotens Deus, como quiera que también en ella se han cerneado Ias palabras que declaran el sumo sacerdocio. A Ia verdad, nada tiene que ver aquí averiguar si el episcopado es complemento del sacerdocio o un orden distinto de,.éste; o si conferido, como dicen, per saltum, es decir, a un hombre que no es sacerdote, produce su efecto o no. Pero de Io que no cabe duda es que él, por institución de Cristo, pertenece con absoluta verdad al sacramento del orden y es el sacerdocio de más alto grado, el que efectivamente tanto por voz de los Santos Padres, como por nuestra costumbre ritual, es llamado sumo sacerdote, suma del sagrado ministerio. De ahí resulta que, al ser totalmente arrojado del rito anglicano el sacramento del orden y el verdadero sacerdocio de Cristo, y, por tanto, en Ia consagración episcopal del mismo rito, no conferirse en modo alguno el sacerdocio, en modo alguno, igualmente, puede de verdad y de derecho conferirse el episcopado; tanto más cuanto que entre los primeros oficios del episcopado está el de ordenar ministros para Ia Santa Eucaristía y sacrificio...
     Con este íntimo defecto de forma está unida Ia falta de intención, que se requiere igualmente de necesidad para que haya sacramento... Así, pues, asintiendo de todo punto a todos los decretos de los Pontífices predecesores nuestros sobre esta misma materia, confirmándolos plenísimamente y como renovándolos por nuestra autoridad por propia iniciativa y a ciencia cierta, pronunciamos y declaramos que las ordenaciones hechas en rito anglicano han sido y son absolutamente invalidas y totalmente nulas…